martes, 30 de octubre de 2007

Giovanni Boccaccio

Escritor, poeta, hombre de vasta cultura, Giovanni Boccaccio es, con Dante y Petrarca, uno de los padres de la lengua italiana, el vulgar, como entonces se llamaba, en contraposición al latín.
Nacido en Florencia (o en Certaldo; las crónicas de entonces no son muy claras a este respecto) en 1313, Boccaccio tuvo una vida intensa, siempre difícil y turbulenta. el mismo, en obras autobiográficas, acentuó la incertidumbre sobre su lu­gar de nacimiento, diciendo que haba nacido en Paris y que era hijo natural de la hija de un rey. Esta versión, que se debe sin duda sólo a la fantasía de Boccaccio, ha sido descartada definitivamente, pero contribuye no poco a ilustrar el personaje, destacando su imaginación y su capacidad para transfigurar la realidad, velándola con la fantasía.
Boccaccio pasó su infancia en Florencia, donde estudió bajo la guía de Giovanni da Strada. A los quince años, en 1328, fue enviado por su padre a Nápoles para trabajar en el Banco de los Bardi, la compañía que dominaba el mundo financiero y controlaba la economía de la corte de los Anjou. Pero aquel mundo era poco apropiado para el soñador Boccaccio que, seis años después, comenzó los estudios de derecho canónico. Mientras tanto, completamente fascinado por la literatura, estudiaba los clásicos, los poetas y los cantos populares. Frecuentó la mejor y más culta sociedad napolitana y se enamoró de Fiammetta, a la que algunos han identificado con Maria d'Aquino, hija natural de Roberto de Anjou, que le inspiraria algunas de sus obras fundamentales. Está por demostrar si Fiammetta existió realmente o si fue más bien otra transfiguración poética de Boccaccio. Tampoco en este caso las crónicas proporcionan una información suficiente. Entre tanto, había empezado a escribir La caza de Diana (1334), las Rimas, el Filacoio (1336) y el Filostrato <1338>. En 1340, la quiebra de los Bardi le obligó a volver a Florencia, donde tuvo que enfrentarse a enormes dificultades económicas que, sin embargo, no le impidieron escribir. De los años 1340 a 1345 son sus obras Teseida, A meto, A morosa visión, Elegía de Madonna Fiammetta y Ninfal fiesolano.
La peste. En 1345, Giovanni Boccaccio comenzó a viajar. Hasta 1346 residió en Rávena, en la corte de Ostasio da Polenta y en 1347 se trasladó a Forli con Francesco degli Ordelaffi. Tras volver a Florencia en 1348, fue testigo de la epidemia de peste que, con todo su horror y su séquito de muerte y desesperación, le inspiró el Decameron. En esta obra, auténtica piedra de toque de la lengua italiana, Boccaccio imagina que, precisamente para escapar de la peste, algunos jóvenes y algunas muchachas se refugian en una finca fuera de Florencia. Aquí, a. lo largo de diez días (decamerón significa en griego (diez días), los jóvenes cuentan varias historias. Tres fuerzas protagonizan estos relatos. La primera es la inteligencia de los hombres, hacia la que Boccaccio siente una profunda admiración. La segunda es la fortuna, que favorece o dificulta los proyec­tos de los personajes, los enriquece y los arruina, los separa y los reúne. La tercera, en fin, es el amor. En el Decamerón tienen cabida todos los matices de la pasión, desde los más bajos a los más refinados.
Cuando Niccoló Acciaiuoli, buen amigo suyo, napolitano y alto funcionario de la corte de Anjou, le invitó a volver a Nápoles, Boccaccio aceptó. Pero pronto se retiró definitivamente a Certaldo, donde muere en 1375.
Este es el Decameron
Traer a clase la primera novela de la tercera jornada (
Masetto de Lamporecchio se hace el mudo y entra como hortelano en un monasterio de mujeres, que porfían en acostarse con él).

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